Llega el buen tiempo y queremos hacer tantas cosas que a veces nos olvidamos de algunas esenciales para nuestra salud. Por ejemplo, de limpiar bien los dientes. Y, ojo, porque con el calor el riesgo de sufrir problemas bucales aumenta considerablemente. Una mala higiene y las altas temperaturas facilitan la proliferación de bacterias en nuestras bocas.
El cambio de hábitos es otro inconveniente. Con el buen tiempo es más habitual comer fuera de casa y, como consecuencia de ello, descuidar el cepillado.
De cara a evitar complicaciones, sigue estos consejos: lávate (siempre que puedas) la boca al menos tres veces al día, después de cada comida, y bebe agua, hidrátate bien. Dedica al menos tres minutos a cada cepillado, con especial atención al último de la jornada, cuando te vayas a acostar. Es el más importante de todos.
De este modo estarás poniendo freno a las caries y a la gingivitis, los problemas más habituales en época estival. Otro contratiempo serio son los traumatismos, aunque esto no está relacionado con una mala práctica higiénica, sino con caídas y golpes, algo lógico, por otra, parte, en esta época del año.
Otros consejos que te ayudarán son:
- Utiliza seda dental al menos una vez al día, como complemento al cepillado
- Si comes fuera de casa y no has llevado contigo cepillo y pasta, masca chicle sin azúcar y con xilitol durante 20 minutos máximo
- Modera el consumo de alcohol y de bebidas azucaradas y carbonatadas
- Si se te rompe o fragmenta un diente, consérvalo en agua, agua con sal o leche y ven a vernos lo antes posible
¡Y no te olvides de hacernos una visita al final del verano para comprobar que todo está orden!