o Cuatro de cada diez pacientes han abandonado las revisiones periódicas al dentista por la falta de recursos
o El problema es que sin prevención, los problemas pequeños pueden convertirse en enfermedades graves cuya solución va a requerir un desembolso aún mayor
Cuatro de cada diez pacientes han dejado de hacerse las revisiones periódicas en el dentista por la culpa de la crisis económica. El dato salió a la luz en un reportaje publicado recientemente en la prensa escrita. A falta de recursos económicos (por culpa del empleo u otros motivos), la cosa es bastante clara: en la lista de prioridades de las personas la salud bucodental no ocupa un lugar preferente. Antes está el comer, el vestir, pagar la luz, el agua, el gas, el comedor de los niños…
Como consecuencia de ello, las caries proliferan (el 95% de las personas entre 35 y 44 años las sufre), al igual que los casos de bruxismo (debido al estrés por las preocupaciones) y de las inflamaciones en las encías (que llevan a periodontitis), entre otras dolencias.
Muchas personas consideran un ahorro no acudir al dentista. Sin embargo, esto no es siempre así. Puede que lo sea en el corto plazo, pero no en el medio o largo. Si se abandona o relaja la salud bucodental, se corre el riesgo de que problemas pequeños se compliquen y se conviertan en enfermedades graves cuya solución requerirá un desembolso económico mucho mayor.
Ya lo advertía el Doctor Andoni de Juan Galíndez en este mismo blog: «La clave es la prevención. El tratamiento más efectivo, más barato y el que mejor resultados da es aquel que no necesita hacerse». Y en esta prevención juega un papel relevante la vigilancia de los profesionales.
También hay otros pacientes que, agobiados por esa falta de recursos económicos, acaban seducidos por los cantos de sirena de alguna de las clínicas dentales `low cost´ que se han multiplicado en los últimos años. Nuestro consejo: presta máxima atención a lo que te propongan porque, como se decía antiguamente «nadie da duros a cuatro pesetas» y «lo barato puede acabar resultando caro».
Tirar los precios puede ir en detrimento de la calidad del servicio y comerciar con la salud de las personas no entra (ni entrará) en nuestros planes.
En Clínica dental Euskalduna defendemos las sonrisas, SÍ, pero SANAS. Nos interesa la salud y su mantenimiento. El resto viene dado.