Los cambios fisiológicos y metabólicos que experimenta el cuerpo de la mujer embarazada pueden causar, de manera indirecta, problemas en los dientes y encías
El embarazo es toda una aventura para la mujer. Hay quien lo vive como una experiencia maravillosa, 40 semanas pletóricas, felices, emocionantes, sintiendo cómo una nueva vida crece en el interior del útero; pero hay también quien asegura atravesar un auténtico martirio –con vómitos, sensación constante de agotamiento…–, deseando que llegue cuanto antes el día del parto.
Sea como fuere, lo que es innegable es que se producen importantes cambios en el cuerpo de la mujer, fisiológicos y metabólicos, destinados a proteger al feto y garantizar que le lleguen todos los nutrientes que necesita en su desarrollo. Y estos cambios pueden afectar también a la salud bucodental, por lo que conviene no bajar la guardia.
Entre esos cambios que se producen en el cuerpo de la mujer embaraza están, por ejemplo, un aumento de su volumen sanguíneo –entre un 50 y un 80%– y del ácido en la boca, así como un incremento en los niveles hormonales, alteraciones todas ellas que pueden causar, de manera indirecta, problemas en dientes y encías.
Los vómitos continuados, de producirse, deterioran el esmalte, mientras que un aumento de la ingesta de azúcares (los conocidos ‘antojos’) favorece la aparición de caries.
Y otro problema serio que podría aparecer es la gingivitis, provocada por los cambios hormonales. Las encías se hinchan y sangran. En ese caso, recomendamos una visita al dentista, ya que el mal podría agravarse y derivar en periodontitis, es decir, en una inflamación e infección de los ligamentos y huesos que sirven de soporte a los dientes.
Para prevenir estos posibles problemas, es muy importante mantener una rigurosa higiene dental durante todo el embarazo, con cepillados después de cada comida y, si es posible, el uso de seda dental. Y si se producen vómitos, conviene enjuagarse la boca con agua y una cucharadita de bicarbonato para neutralizar los ácidos en la boca.
Si el embarazo es previsto, aconsejamos acudir con antelación al dentista para hacerse un chequeo de salud oral y, en el caso de que haya algún problema, atajarlo. De este modo, se acometerá este periodo de cambios en las mejores condiciones. La gestación no es un tiempo en el que se deban afrontar grandes tratamientos o rehabilitaciones. Sí, desde luego, aquellos que favorezcan que todo vaya bien y eviten posibles infecciones.